El proyecto de planificación y construcción de una universidad indígena en el sur de Colombia fue presentado al Estudio Anne Lacaton de la ETH de Zúrich por la artista Ursula Biemann y Philip Ursprung, decano de Arquitectura. Anne Lacaton estableció un estudio de diseño de dos semestres 2019/2020, en cooperación con el departamento de arquitectura de la Universidad Javeriana de Bogotá, y con la comunidad Inga y su representante oficial Hernando Chindoy. Los estudios combinados emprendieron un viaje de campo al territorio en otoño de 2019 para aprender sobre su geografía e historia y reunirse con miembros de la comunidad Inga para discutir sus necesidades y expectativas para esta nueva institución. El estudio comenzó realizando una amplia investigación sobre la vida en el territorio para, a continuación, elaborar cartografías y un catálogo de conceptos y elementos arquitectónicos para fomentar los debates entre los inga y, en general, ayudar a que el proyecto despegara. Debido a la pandemia, el resultado del estudio no fue la exposición prevista en la que se invitaba a Hernando Chindoy a la ETH, sino que se convirtió en un libro que reúne una selección de cartografías, textos y propuestas de diseño en una versión inglesa y otra española.
OBJETIVOS DEL ESTUDIO
El proyecto de la Universidad Indígena fue la oportunidad de comprometerse con un contexto cuyas condiciones son completamente diferentes de las que conocemos en Europa. Para muchos de nosotros, estudiantes y profesores, esta situación era totalmente desconocida. Por lo tanto, el objetivo del estudio de diseño no era elaborar proyectos arquitectónicos definitivos para la construcción del campus, sino elaborar una documentación exhaustiva basada en los conocimientos que sería necesario adquirir. El estudio ofrecería análisis, puntos de vista e ideas que podrían servir de base y contribuir al proceso fino y detallado de elaboración del programa universitario, previo al proyecto de diseño y construcción, que el Inga tendría que establecer.
De este modo, el estudio debía partir de la construcción de un conocimiento basado en la investigación y el análisis en profundidad de la región Putumayo-Piemonte y del lugar previsto para la creación del campus, es decir, de temas como la geografía, el clima, la geopolítica, el sistema educativo, la historia del pueblo Inga, su cultura, sus fundamentos espirituales y su relación con la naturaleza, la agricultura, la economía... todo aquello que pudiera favorecer el conocimiento y la comprensión del tema y del territorio. El trabajo propuesto consistió en investigar, analizar, documentar, recoger datos, acumular referencias, en estrecha colaboración con el estudio asociado de la Pontificia Universidad Javeriana y el pueblo indígena Inga, con el objetivo de desenterrar información, establecer conocimiento y arrojar luz sobre posturas, reflexiones, cuestionamientos e ideas de lo que podría ser esta universidad. Proceder con la mayor libertad, curiosidad y apertura para ampliar las percepciones y el campo de reflexión fue el aporte más útil que pudimos ofrecer al Inga en la definición de su proyecto.
Los dos estudios asociados de Bogotá y Zurich trabajaron en paralelo sobre los mismos temas, con un calendario común, compartiendo los mismos objetivos específicos:
Taller de campo con los estudiantes de arquitectura en octubre de 2019
MÉTODO
Para responder a esta situación particular, se trataba de situarse en una posición de máxima apertura para comprender, paso a paso, el contexto y los objetivos de un proyecto de este tipo, y prever las estrategias y orientaciones más pertinentes. Esto nos llevó a cuestionar el enfoque de los proyectos y su secuencia lineal habitual -programa, análisis, intenciones, proyecto-, que no nos parece adecuada.
Empezar con el proyecto es una forma de definir y afinar el programa, del mismo modo que el propio proyecto exigirá nuevos conocimientos, nuevos análisis, nuevas reflexiones y decisiones que lo modificarán y lo harán evolucionar, y así sucesivamente... El proyecto ya no se considera el punto final del proceso, sino el desencadenante de una reflexión reactiva, interactiva y en constante progreso.
De este modo, los proyectos producidos para la Universidad Indígena por el estudio de diseño deben considerarse en esta perspectiva, no como proyectos finales que concluyen un proceso, sino como incitadores y generadores no sólo de ideas y estrategias, sino también de críticas y preguntas, útiles para reinterrogar el enfoque, precisar los objetivos y desarrollar el programa hasta su precisión final.
Los estudiantes se embarcaron en una fase de investigación y observación, desarrollo del conocimiento, recopilación de datos e inventario, así como interpretación y comprensión de la situación existente a través de sus percepciones personales intuitivas, sensoriales y emocionales. Recogieron, de forma muy exhaustiva, todos los hechos y datos que pudieron encontrar, y luego los organizaron, clasificaron y estructuraron, con el fin de establecer una base de recursos común, disponible para todo el grupo, que se añadía y actualizaba permanentemente. Antes del viaje, su tarea consistía en acumular el máximo de información, hacer preguntas, comprobar los datos sobre el terreno, pero también formular reacciones, posturas, puntos de vista, que estaban constantemente sujetos a cambios y cuestionamientos.
ACTITUD
Anne Lacaton & Jean-Philippe Vassal
Al abordar este tema, se nos planteó la cuestión de nuestro papel en este proyecto:
¿qué legitimidad podríamos reclamar para llevar a cabo un proyecto aquí, en un territorio totalmente desconocido, alejado de nosotros, cuando no sabemos nada de la gente, el lugar, el clima o la geografía?
¿Cuál es nuestro papel y nuestro lugar como escuela en un proyecto así?
Y sin embargo no hay temas tabú, somos libres de reflexionar sobre cualquier tema, en cualquier lugar, es una cuestión de actitud, de ética, de saber exactamente cuál es nuestro lugar y cuáles son nuestros límites.
Podemos trabajar sobre lo que no sabemos, pero la regla y el código ético es tener siempre el discernimiento de saber dónde situarnos y ser profunda y sinceramente conscientes de quiénes somos.
Proceder con la humildad del que no sabe y tiene todo por aprender.
Cuestionar nuestro papel en este proyecto no debe paralizarnos ni impedirnos ser curiosos, abiertos y entusiastas, ni reflexionar sobre el proyecto que se nos propone, ni hacer planes. Proponer no significa imponer.
Los Inga nos invitaron a reflexionar sobre su proyecto porque estaban interesados en una nueva perspectiva exterior y en el enfoque que podíamos aportar desde la distancia, que posiblemente podría ampliar su campo de reflexión. Esperaban que les ofreciéramos un punto de vista, ideas o incluso proyectos, que a la larga podrían ser útiles para alimentar sus debates, sus estudios y sus decisiones.
Era importante y respetuoso responder a su invitación aportando nuestra contribución.
Al trabajar en su proyecto, nos colocamos también en la situación de aprender de ellos.
El enfoque sugerido a los alumnos es el que tenemos al iniciar cualquier proyecto:
aceptar el no saber, el estar perdido, el tener que aprender y encontrar un camino
aceptar la incertidumbre y la duda, utilizarlas para aumentar la atención y el discernimiento
apropiarse de lo desconocido y convertir la incertidumbre en un catalizador
aprender, acumular, mirar, con la mente abierta, sin filtros,
liberarse de los hábitos sin negar la experiencia,
pensar libremente,
cuestionar, criticar, mirar detrás de la pregunta,
trabajar con rigor para crearse más libertad
comprometerse, ser generoso,
inventar, soñar.
Espere un momento por favor…
Wait a moment please…